Día 21: Mi primera barbacoa de carne

Mi primera barbacoa...y será de carne

La medida de los placeres se establece en comparación con el tiempo transcurrido desde la ultima vez que  te obsequiaste con ellos.

Y como ni siquiera recuerdo el sabor de la carne, ni su textura, ni su olor, mientras me alimento cada día con el pescado que consigo robar al mar que me rodea, sueño con darme una fiesta como la que me espera esta noche.

Hoy preparado una hoguera quemando la madera que estaba destinada a otros fines, hoy no he escatimado fuego, hoy haré grandes cenizas y llevarán el sabor de la carne.

La madre naturaleza que me rodea y me cuida como si de una hija pródiga se tratara, me ha hecho una ofrenda guiándome hasta el cadaver de un mono que había dado un mal paso y al caer se había golpeado la cabeza.

He dudado mucho delante lo que hacia unos minutos era un ser lleno de vida, incluso he llorado ante la opción de enterrarlo, pero al final ha triunfado la razón, y mi estómago que me anima a sobrevivir ha dicho la última palabra.

Con los ojos rojos y las manos temblorosas lo he cortado en trocitos. Será mi cena de lujo y la comida de los próximos días.

No me siento orgullosa, todavía me noto un poco extraña pero…tengo que sobrevivir.

Anne

14 comentarios en “Día 21: Mi primera barbacoa de carne

  1. Casi doscientos días de Cabo Leewin después, abro de nuevo la botella, con la imaginación y la memoria, y desenrollo con cuidado el papel acartonado, releyéndolo.

    Me alegra que te sobrepusieras y te atrevieras.

    Salud, suerte y supervivencia, Anne

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  2. Resulta llamativo que a la hora de nuestra primera ración de carne, tú tengas que pasar por el mono y yo recurrir a un camello…, ¿Será que queríamos algo más que carne?

    Besos.

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  3. Zanobbi:

    Las pildoras de colores y la carne de mono forman parte de universos paralelos que no pueden solaparse.

    Para el día 22 dejaremos la química y pediremos a los monos que se queden en los árboles. Tranquilo, todo irá bien.

    Anne

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  4. Desde el aletargamiento y el frío te envidio, a veces. Islas como al tuya son el escenario de mis (absurdos) sueños. No sé qué pasaría si mezclase mis píldoras bicolor con la carne fibrosa de un títí, o peor, de un aullador. Me temo lo peor.
    No me gustan los monos, me da miedo su mirada.

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  5. Litte Pirat:

    Era un mono pequeño y lo he racionado para 4 días…no creo que me vaya a sentar mal.

    En cuanto al cerebro, me temo que no va a pasar por mi boca, lo he guardado para cebo, creo que a los peces les vendrá bien un extra de colesterol.

    Eres un pirata y seguro que has comido cosas mucho peores ¿a que si?

    Anne

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  6. M.Jesús:

    San Agustín era un sabio además de un santo. De eso no tengo duda.

    La dosis proteínica de ayer me hace ver las cosas de otra manera. Ya no me siento culpable, me siento valiente.

    Hoy debo pesar 500 gramos más…ummm es perfecto.

    Vengo de mono y desde ayer también llevo uno dentro.

    Anne

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  7. Me alegro haber percibido el sentido humano en tus palabras… las que son prodigiosas para los que te leémos. A propósito de leerte, necesito comunicarme contigo. A vuelta de correo te responderé la inquietud.

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  8. M.Jesús

    Creo que esta frase, es de S.Agustin, Dios no permite un mal sino es para conseguir un bien,
    aplicalo al mono y al compañero de viaje,
    te sentirás mejor.Saludos

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  9. Little Pirat

    Cuidadin cuidadin…

    «De grandes comidas y cenas, estan las sepulturas llenas»

    Saborea bien ese estupendo manjar, en un lugar cercano al tuyo es su mejor ofrenda al visitante. Mono.. si si pero… lo matan precisamente de un corte rapido en su craneo para saborear sus sesos al instante.
    Debo decir que lo consideraremos asquerosamente cruel.

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