
Hoy no necesito un calendario, hoy sin la ayuda del sol ni de los astros he podido adivinar la fecha en la que me encuentro.
Y que nadie me pregunte, porque no sabría como explicar que el mar que rodea mi cautiverio y la arena que sirve de soporte a mis pies en esta isla, han decidido obsequiarme hoy con un símbolo que no deja lugar a dudas.
Mi corazón Leeuwin.
Anne
Que tu isla te quiere es algo que todos a los que nos llegan tus botellas -¿cómo les llegarán a los que viven tierra adentro?… ¡magia otra vez!- no tendríamos por qué poner en duda.
Pero este regalo, ¿no será su autor el que dejó en la playa la espiral de piedras sajadas justo por donde tú paseabas?
¿O fue también la isla la creadora de esa figura?
¿Estás sola o no, en tu isla?
¿Es tu isla, o una isla compartida?
Mi apuesta: nadie puede estar solo en la que es, sin duda, tu isla… Tu isla te acompaña, fiel y complaciente.
Salud y suerte, Anne
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Heunice:
Muchas gracias.
Vuelve siempre que quieras a este paraiso hecho a mi medida.
No tengo Café pero un trozo de pescado no te faltará.
🙂
Anne
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Querida Anne,
¡Qué foto más estupenda! De hecho me encantan todas las fotos que nos regalas en tu blog, el mimo con el que escribes cada entrada, la capacidad para sorprenderme con cada uno de tus días en la isla,… Enhorabuena por todo y un abrazo muy cálido de una bloguera aún en pañales 🙂
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