Cuando crees que lo has visto todo, te das cuenta de que en realidad no-has-visto-nada.
Por muchas vueltas que hayas dado por el mundo, por muchas playas que hayas descubierto y bautizado, por muchas cuevas exploradas y fondos marinos repasados a golpe de pulmón, al final la naturaleza te sorprende dejándote la boca abierta de par en par mientras …… ves a dos cerdos nadando en el mar y llegando a Cabo Leeuwin.
Al final voy a pensar que mi isla no está tan apartada del mundo real como yo imaginaba, que no lejos de aquí ( no más allá de lo que un cerdo puede recorrer nadando sin ahogarse ) hay vida humana.
En pocos minutos estos dos atletas estarán en Playa Piedras y es justamente el tiempo del que dispongo para crear vínculos mentales de amistad con los visitantes.
Voy a contar: 1-2-3……………….78…….123……
Todavía veo comida con patas ¡¡¡¡
Sigo contando: 152….198…..617, 618……
No tengo hambre.Son amigos. Los amigos no se comen.
Los-amigossss-nooooo-son-comestiblessssss.
Anne
Que increíble experiencia y que bien que hayas podido disfrutar de ella y estar justo en el momento indicado para verlo!
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No sabes cuanto me alegro de oír eso 😉 aunque no me reía sólo de la imagen sino de lo que escribiste, me hizo mucha gracia todo. jajaj. 😀
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La imagen no tiene precio, Anne.
Quien maneja la magia en la isla, en el océano que la envuelve, en el cielo, debería dedicarse al cine. Buñuel le presentaría sus respetos.
Salud, suerte y bellotas
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Rayco:
La imagen es de lo más cómica pero te informo que siguen vivitos y coleando.
Saludos,
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Jajajajaja
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