Si no fuera porque mis pulmones están libres de gases tóxicos, y mi cerebro recuperado de su estado de conciencia alterada, diría que este objeto que ha llegado flotando a Cabo Leeuwin es todo menos una coliflor.
Pero mi proveedor habitual (Van Rap) está en tierra y el buque oceanográfico García del Cid atracado en algun puerto esperando una nueva misión.
No importa su origen. La comida es siempre comida.
Bienvenida.
Anne
Ráspala un poco por encima, antes de nada.
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Me encanta la coliflor…ésta no sé si parece muy fresca, bueno, yo creo que sí:)
Igual voy a verte, jeje, o ya os la habéis comido??
Besos
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Querida Anne:
Sería una coliflor, pero parece más un yesso de los que abundan en estas tierras de secano y estepa junto a las que vivo.
Quizás no sea posible, pero hay que intentarlo…
El Canal Imperial de Aragón, que antes o después acaba vertiendo sus aguas en el Ebro, pasa a escasos metros de mi casa.
¿Soportará una botella de vidrio -me veo incapaz de añadir más plástico al océano- los saltos desde los embalses y atravesar el Mar de Aragón, donde fauces monstruosas acechan bajo su superficie?
De alguna manera, igual que mágicamente -algún día SETI debería enfocar sus antenas hacia el horizonte, en vez de hacia el cielo: tal vez se llevase una sorpresa-llegan tus botellas hasta aquí, tan lejos de la mar, han de llegar hasta Cabo Leeuwin, con provisiones, desde tierra adentro.
Salud y dedos cruzados, Anne
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Jajaja poco a poco amiga
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Raúl:
La he cocido al aire libre y no se ha notado el aroma.
La otra mitad me la comeré cruda, poco a poco.
😐
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Muchas gracias F.J.
☻
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Cuécela y aléjate un poco que huele fatal, pero después está muy rica. Buen provecho!!
Besos
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Dicen… Que hasta las piedras si las chupas tienen nutrientes…
Buen provecho!
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