La diferencia entre el antes y el ahora son seis piedras colocadas una sobre la otra creando un equilibrio inestable.
Y debo reconocer que la idea era únicamente modificar mi horizonte, pasar de una línea eternamente horizontal a una construcción vertical. También debo reconocer que puede parecer una locura, una enorme estupidez, pero cuando te acostumbras a a qué más allá de ti sólo hay una línea que separa el cielo y el mar, cualquier elemento que rompa dicha horizontalidad siempre es bienvenido.
Desde mi Cabo Leeuwin,
Anne