Hay sucesos que se repiten cada año como si se tratara de un eco-365, como una merienda de cebolla o un déjà vu sempiterno.
Una extraña plaga de habitantes marinos ha llegado a las aguas de Cabo Leeuwin, una legión acuática de especímenes propios de las aguas infestadas de humanos.
Se trata de seres plásticos que se mueven en el mar como si éste fuera su elemento, como si el agua salada estuviera hecha de viento. Son transparentes, son translúcidos, a veces son blancos y se mueven como medusas planas.
Mi mar ya no parece el mismo cuando recibe estas mareas de allende los mares, y yo prefiero no pescar ni siquiera meterme en sus aguas hasta que todo pase y todo vuelva a la normalidad.
Anne