
El estado de la mar no me permite ni acercarme al agua, tengo miedo de entrar con mi tela aprendiza de red y ser arrastrada por las aguas mar adentro.
El destino tampoco ha vuelto a ponerme monos al alcance para volver a los viejos tiempos de las barbacoas de carne, asi que no me ha quedado más remedio que probar algo nuevo.
Algas, hierbas babosas y mal olientes, que no dudo que estarán llenas de nutrientes pero que aun así darán un descanso a mi paladar saturado de coco. El primer intento ha terminado sobre la arena, las he vomitado directamente….
El hambre agudiza el ingenio y si tengo en cuenta que mi hambre ya no es medible porque se sale de las escalas, he preparado una ensalada, entre comillas, ….
Algas verdes gelatinosas con sabor a pescado podrido, coco rayado para cambiar la textura y un toque final con la fruta insípida de mi descubrimiento anterior, el noni.
Resultado: Prueba conseguida. Me lo he tragado todo. Vómitos: Cero
Mi aprendizaje en el mundo de las algas ha comenzado.
Anne.