Día 292: Nasa Leeuwin

Nansa Leeuwin

PARA muchos este montón de alambres podría ser un objeto inútil que la marea ha arrastrado hasta la playa, un amasijo de basura metálica, pero a estas alturas hasta yo soy capaz de imaginar las posibilidades alimenticias de este regalo de marea.

Estoy segura de que con la ayuda de esta nasa mis días de hambre están tocando a su fin. Ya la imagino abrazando centollos, langostas y bogavantes.

Pasen y vean ¡¡¡

Señor Marisco: La nueva nasa Leeuwin tiene preparado un gran espectáculo para usted.

Entre aquí, no se quede fuera, le ofrecemos un maravilloso viaje de ida a Cabo Leeuwin; del mar al fuego y del fuego a la boca, faringe, esófago y finalmente al estómago.

Ahora sólo necesito el cebo….

Anne 🙂

16 comentarios en “Día 292: Nasa Leeuwin

  1. Hola Matias,

    Para un pelícano no será difícil volar hasta Cabo Leeuwin con la bolsa del pico llena de botellas de vino blanco, así que ponte en marcha.

    La invitación ya ha salido flotando en una botella.

    🙂

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  2. ¡ Qué buen hallazgo, Anne!

    Mucho mejor que las nasas mosquiteras del container… en cuanto la re pongas del fatigoso viaje, arrastrándose por los fondos marinos.

    ¿cebo? … ¡ por supuesto! Lo que tarde el frasco -me ha parecido mejor que botella, en este caso- en llegar a tus playas, ya estará en sazón…

    ¡ Ojo al abrirlo! La grasa de cerdo olerá un poquito fuerte 😉

    Cebo para la nasa de Cabo Leeuwin

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