Día 408: Y la rueda comienza de nuevo a girar

brujula-leeuwin-diario-de-un-naufrago

Parece que fue ayer cuando desembarqué en Cabo Leeuwin y sin embargo ya han transcurrido siete años. Siete años con sus tormentas y sus soles y sus regalos de marea.

De todas formas no sé en que momento dejé de ser consciente del paso del tiempo, porque la falta de espejos, relojes, fotografías y, sobre todo la imperiosa necesidad de encontrar comida, hacen que el control de eso que llamamos tiempo deje de tener un sentido claro.

Mi verdadero eje de rotación se llama luz de sol. Si hay luz estoy despierta recorriendo el perímetro de la isla, una y otra vez, buscando regalos de marea llegados de ultramar. A veces cuando consigo llenar mi estómago me quedo dormida y el sol me crucifica la piel. Cuando tengo hambre me cuesta dormir, pero al final siempre entro en un duermevela placentero.

Hoy empiezo a marcar los días en un nuevo árbol llamado Septemdecim.

Anne

6 comentarios en “Día 408: Y la rueda comienza de nuevo a girar

  1. F.J.

    Muchas gracias.
    También espero que el nuevo año te traiga 365 imágenes, una cada día.

    Y además muchos dulces y días de calor, y saltos desde las rocas al mar, y una plaza en la nueva misión a Marte jijiji.

    Un fuerte abrazo.

    Le gusta a 1 persona

Tus comentarios me alimentan....