Día 17: Mi árbol de Noni

El árbol de Noni

Hoy estaba perezosa, cansada y harta de comer pescado. No tenía ganas de moverme ni de ponerme las botas que han empezado a hacerme rozaduras en los pies.

Entre siesta y siesta en mi nueva hamaca , mi estómago me ha querido recordar que formaba parte de mi anatomía, que seguía ahí, que esos crujidos no anunciaban tormenta sino hambre.

Así que me he levantado, y descalza me he adentrado entre los árboles buscando algo nuevo. Quizás un milagro. Y buscando un regalo del cielo me he encontrado con un árbol de Noni. De repente me he acordado de la primera vez que lo probé, en Panamá, en Bocas del Toro,  hace ya lo que parecen mil años.

No es que me guste su toque amargo, pero nunca viene mal un cambio de sabor.

Anne.

 

 

6 comentarios en “Día 17: Mi árbol de Noni

  1. Pingback: Día 49: Sopa de nubes con arco iris « CABO LEEUWIN

  2. No sé si con ese amargor me encantarían los nonis, pero ya que veo que puedes andar cerca del ecuador, no estaría mal que buscases más variedades, con suerte te topas con algún chirimoyo, que además de una fruta dulce y fresca, te aportará una muy buena sombra.

    Yo por mi parte te envidio, en este oasis empiezo a estar harto de dátiles.

    Besos.

    Me gusta

  3. Pingback: Día 32: Se acabó el hambre « CABO LEEUWIN

  4. Me temo que mi isla está alejada de la mano de Dios.
    Aquí no hay barco que se acerque….por más que oteo el horizonte no veo más que nubes…

    Tengo un gato que encontré hace unos días. Se llama viernes. Si me envías a tu perro lo llamaré Vainilla 😉

    Anne

    Me gusta

Tus comentarios me alimentan....